Adorado Billes:
Hace poco tiempo que nos conocemos y, sin embargo, en este corto periodo de tiempo he podido admirar e incluso aprender diversas cosas de ti.
Cuando quieres, eres alegre aunque nunca pierdes tu suave toque de locura y nostalgia, a veces casi imperceptible.
En ocasiones incluso tienes una ligera apariencia inocente y algo cerrada como si odiaras al mundo o el por simple hecho de que alguna vez te hayan fallado y eso te haya marcado de tal manera que tienes desconfianza hasta que conoces a esa persona realmente.
Puede que no sonrías constantemente y que el 30% de tu tiempo lo emplees en sentirte mal pero podría asegurarte que esas sonrisas, que aunque no sean tan amplias ni aparezcan con frecuenta en tu rostro, tienen tal aura de dulzura y son tan deslumbrantes que ni valen oro, porque no tienen precio. Y por ser tan únicas haré lo que sea por que hagan acto de presencia noche y día. Me da totalmente igual si incluso tengo que hacer el ridículo para conseguirlo, lo importante es que sonreirás y por ello, sonreiré y me alegraré contigo.
Dejando a un lado tu sonrisa está tu mirada, tan profunda que confunde, en los cuales puedes encontrar todo tipo de sentimientos, aunque ninguno es igual que el otro, aparentemente.
Todo lo demás supongo que lo sabes, pero quizás pueda hacer unos cuantos matices haciéndote saber o más bien recordándote que ya tendrías que haber observado desde que nos conocimos:
Uno de ellos es que, los amigos están para todo, para compartir el dolor, alegrarse del éxito del otro y ayudarle en sus fracasos, haciendo que rectifique.Y eso es lo que haré.
Además, no permitiré jamás que llores, y si no lo consigo te abrazaré en silencio.
Y lo más importante, los amigos creen en el otro hasta cuando él mismo ha dejado de creer en él.
Y es que cuando todos se hayan ido abandonándote seré yo quien, a pesar de todo, siga ahí.Y cuando te de miedo mirar hacia adelante y te duela mirar hacia atrás, mira a tu izquierda o derecha, que ahí estaré yo, a tu lado, ya sabes: By your side.
Porque valen más aquellas manos que limpian tus lágrimas que las miles que se unen para aplaudir tu éxito.
Atentamente: Thomas Kleinführer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario