viernes, 24 de diciembre de 2010

Navidad

Se supone que debería estar feliz. Las cosas no me van demasiado mal, es más, todo va sobre ruedas. Se supone que estas fechas deberían ilusionarme como ninguna otra, al fin y al cabo, todavía soy un niño. Pero... ¿dónde está esa ilusión? ¿Dónde quedaron esas ganas de sonreir? Tú. Tú te las llevaste. Te extraña que en una fecha como esta, yo esté así. ¿No lo ves? ¿No ves que justo hace un año tú y yo estábamos celebrando estas fechas? Claro que no, ni siquiera lo imaginas. Tu mente no va más allá. Porque claro, ¿para qué preocuparse por Billes? Siempre está mal, siempre está mal por lo mismo y ya se le pasará. ¿Se me ha pasado acaso? Llevo seis meses así ya, seis meses muy largos. Y, en estas fechas sobre todo, me consumo más rápido que en otras épocas. Todo el mundo con su pareja, compartiendo felicidad, amor y todas las cosas bonitas que hay en este mundo. ¿Y yo? Completamente solo en una habitación llena de gente. Sé que es culpa mía. También sé que yo mismo podría remediarlo. Pero sólo Dios sabe que lo he intentado. Y no puedo. Me doy por vencido. Tiro la toalla, ya no puedo más. Estoy harto de que cada mes, cada semana, cada día, cada hora, sea siempre la misma historia. Te necesito. Te necesito ahora más que nunca. Necesito que te preocupes por mí, que me hables, que me trates como si fuese tu amigo. Fíngelo al menos, me da igual. Pero te necesito, hoy y todos los días desde ese mes de junio en el que nuestra historia se terminó. Una vez me dijiste que por muchos problemas que tuvieses con... con tu chico, nunca dejabas de intentar arreglarlo porque le amas y quieres estar con él. Y todo eso, es mutuo. Yo te amo, te necesito y quiero estar contigo. Es una pena que tú no. Por eso yo ya dejé de ir detrás tuya, de seguir intentándolo. No puedo más. No puedo de verdad que no... Me siento derrotado, hundido en mi propia mierda, y sin ganas de salir de ella.
Me quiero morir, quiero dejar de sentir esta sensación de soledad que me está pudriendo por dentro. Morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir. Esa es la solución a todos los problemas. Quiero acabar con mi vida, dejar de sentir, dejar de sufrir de esta forma. Porque no, esto no es vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario